Sal de la rutina. ¡Viaja!
¡Sal de toda tu rutina y viaja!
¿Cuántas veces más te atreverás a decir «en otra ocasión»?
Aléjate ya de esa vida monótona que acaba con tus ganas. Atrévete! Sal de la rutina y ¡viaja! Explora, siente, ¡Vive!
La vida no tiene normas de vida universales, salvo la supervivencia. Recuerda siempre que al final del camino, lo que se queda contigo, son los recuerdos. Trabaja día con día en crear los más memorables. En casa, en el parque, con un mensaje, sentado junto a tus hijos.
¿Puedes recordad cuando eras niño?
La emoción de empacar tus maletas, comprar «municiones» para el traslado a tu nuevo lugar favorito. ¿Recuerdas traer debajo de tu ropa el traje de baño para ser el primero en saltar a la alberca? Escuchar a tu madre gritar «¡No vas a ningún lado sin bloqueador!» y terminar blanco con olor a coco-banana. La sensación de la arena nunca te molestó, ni el agua salada o el infernal calor. Ser niño otra vez sólo tiene el pequeño precio de la curiosidad.
Atrévete a explorar como cuando eras pequeño. A conocer el mundo igual que en esas aventuras que solías tener en tu imaginación. Llena a tus hijos, tu familia y seres queridos de esa magia que tuviste a los 10 años. No permitas que nunca se vaya. Visita Egipto como Indiana Jones, o Paris como James Bond.
¡No dejes nunca de aprender y conocer cada cosa nueva que el mundo tiene para ti!
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